jueves, 29 de septiembre de 2011

La pata ortopédica. De donde proviene la locura.

Cuando pensamos en la locura acudimos normalmente a aquello que consideramos fuera del rango de lo cotidiano; estadísticamente hablamos de lo que está en los extremos de la campana de la medición de un comportamiento. Sin embargo la locura no es tal cosa.

En lo personal he escuchado muchas veces "estás loco" o "eres un loco" o "te volviste loco", pues bien, pienso con firmeza que algo como eso solo puede venir de una persona enteramente normal. Y que asume que todo cuanto hace guarda los parámetros de la normalidad, obviando el hecho, de que la normalidad es una ilusión socialmente construida y culturalmente legitimizada.

La locura se encuentra vinculada profundamente con lo que reprimimos. Con todas aquellas cosas que se convierten en inconscientes cuando no las realizamos, y regresan en forma de síntomas a patearnos el culo y recordarnos, que lo no realizado constituye por lo menos el 70% de nuestros motores de acción. Para acceder a la locura, necesitamos diferentes estrategias y tácticas.

Una cosa es pensar y otra sentir:

Aunque si bien es cierto el conocimiento y la pasión son indisociables, en lo que respecta al pensar y el sentir, que son niveles de intensidad diferentes a los primeros, es posible distinguir uno de otro. El pensamiento es claro, conciso, concreto, util, funcional, analitico y direccional. Cuando aparece una duda o confusion en el pensamiento, es cuando algo hace falta para que dicho pensamiento sea operativo, es decir cumpla con su función. Cuando pensamos somos capaces de interpretar, argumentar y proponer esto exige que las caracteristicas antes mencionadas esten completas, cuando surgen dudas o confusiones en el pensamiento, una o varias de las caracteristicas tiene errores o faltas.

Por otra parte el sentimiento es difuso, denso, complejo, afuncional y multidireccional. Pero paradojicamente sabemos lo que son, no en terminos del porqué, sino del qué. La pregunta que nos lleva a cometer errores con respecto al sentir es precisamente el "porqué siento?", y esto es lo que con mayor frecuencia hacemos, porqué siento esto en ésta situación y no en otra, por qué me pasa con esta persona y no con otra, y así. Las dudas o confusiones no existen en el sentimiento, pues al carecer de funcionalidad no tienen un objetivo que perseguir más que el de expresarse, por ello la multidireccionalidad.

Cuando el pensamiento interviene en la ilusión de la clarificación de un sentimiento, no ocurre otra cosa que una suplantación del pensamiento sobre el sentimiento; dandole a este segundo caracteristicas del primero. Es decir: a la manifestación del sentimiento se le da una dirección (hacia allá, hacia esa persona), a su densidad se le da una utilidad (será el soporte de la dirección), se le otorga una función (para sentirme bien o mal), esta caracterización del sentimiento por parte del pensamiento lo fragmenta y ensombrece.
Debo hacer claridad ahora, con respecto a que no es un sentimiento aquello que no entendemos o nos produce dudas sobre nuestros actos, esto ocurre por que la dirección del pensamiento esta superponiendose a la multidireccionalidad de ese sentimiento.

La locura puede hacer estas distinciones, con una agilidad impresionante, y le permiten liberarse del yugo de la nostalgia y la culpa, le permiten satisfacer las necesidades del pensamiento y gozar de la manifestación del sentimiento.

El autoengaño y la satisfacción de los otros: Cuando nos borramos a nosotros mismos.

En el autoengaño existe un objetivo claro, evitar el dolor. Sin embargo, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Esto significa que nos guste o no en algun momento sentiremos dolor y si no lo hemos sentido, ya tendremos la oportunidad. En cuanto al sufrimiento, este se da cuando enmascaramos eso que nos duele para intentar minimizarlo; si lo consigue preocupese pues le pasará cuenta de cobro en el momento en que menos se lo espera. El autoengaño entonces cumple una función social a la que llamamos madurez. Cuando maduramos comenzamos a sincerar nuestras mejores habilidades sociales para los otros y comenzamos a engañarnos a nosotros mismos, suponiendo que podemos disfrutar del otro modificando lo que somos.
Este error lo hemos cometido todos, sino le ha pasado no se preocupe ya le pasará, con un amigo, una persona que le gusta, su pareja, sus papas, su familia o mejor aun, con un completo desconocido. En la satisfacción de los otros, el mantener contento a todo el mundo, el sentirse aceptado, la comodidad con un vinculo cualquiera que este sea, oculta un profundo miedo a satisfacerse a sí mismo en la misma medida que se aspira satisfacer a los demas. Comenzamos derrepente a borrarnos a nosotros mismos y entramos a jugar con lo que quieren los demas, nos ponemos tantas caretas o maquillaje como se nos pide; pero éste no es el problema, el problema es que olvidamos retirar ese maquillaje y esa careta, y comezamos a hacerla parte de nosotros. Al principio podemos distinguirla, sabemos que está ahi, cuando dejamos de verla es cuando ingenuamente pensamos que hemos cambiado, pero las personas no cambian. Un cambio supone una aceleración, en la misma dirección y en el mismo sentido, eso es lo que hacen las plantas, no se usted, pero yo no soy un vegetal.
La locura entiende que el autoengaño es necesario para el desarrollo social de la persona, que a los otros debe satisfacerceles, pero nunca por completo, y jamas a costa de aquello que desea para sí misma. La locura entiende que todos incluso ella se proyecta en los otros. Es decir, pone elementos que son suyos en otras personas para poder generar empatia, para poder comenzar un contacto con un otro.

La locura tiene miedo.


En el miedo reside un potencial de acción que no se encuentra con facilidad. El miedo deviene en muchas ocasiones de aquello que no se conoce, en otras de las consecuencias de nuestras decisiones, en otras del negarnos a aceptar que queremos algo y en otras tantas sencillamente es cuestión de supervivencia social. En estas situaciones de estrés (todas lo provocan), es cuando se juegan las mejores cartas. Cuando se armonizan nuestras mejores habilidades emocionales, cuando lo más agudo de nuestras astucia hace presencia y cuando damos a la palabra "hechos" su práctica más potente.
La tensión que provoca el miedo, cualquiera que este sea, radica en las contradicciones. Esa es su fuerza primaria, su más grande motor para hacer de nosotros seres de actos significativos. Debemos decidir, a ello nos fuerza el miedo, a crear una avalancha de puntos de vista sobre los cuales elegir.
La locura tiene miedo constantemente.

Esta entrada nació de una locura.

domingo, 25 de septiembre de 2011

El porvenir de una ilusión.

Freud dijo que estamos limitados a la predicción del futuro por el cómo percibimos el presente y lo poco que sabemos del pasado.

Ahora, puedo decir que mi percepción del presente es extraña pues de alguna forma me siento como me sentía hace al menos ocho años. Lleno de una curiosidad insondable sobre lo que pasa cada día, sin mirar más allá de lo que ocurre en mi inmediatez. Haciendo nada y siendo consecuentemente nada, me encuentro en un punto en el que no me puedo proyectar en el tiempo para decir, en uno años seré esto o lo otro. No siento confusión alguna, todo está claro.

No mido el tiempo como lo hacen muchos. No tengo la energía suficiente para hacerlo. No puedo devenir en un tiempo de todos los días, necesito descansar de mí mismo y de todos los demás, es demasiado sentir y pensar todos los días. No tengo idea como algunos pueden decir que lo hacen, y que a demás pueden hacerlo con un recuerdo. Es sofocante pero paradójicamente es lo que se espera socialmente. En momentos como estos siento que me hago las preguntas correctas sobre lo que quiero, pues no me desgasto pensando en un futuro que no es otra cosa que el porvenir de una ilusión. Y como bien apunte algún día, el porvenir de una ilusión en efecto no es otro que una desilusión del mismo tamaño.

Estas ilusiones entonces aparecen en nuestras vidas como una forma de dirigirnos durante el diario vivir. En ocasiones espantan la belleza del presente y la trastocan en un ideal de llegar a ser; en una meta, en un destino, en un algo que deseamos y que nunca satisfacemos por completo. Pero estas ilusiones son necesarias, pues de otro modo, su ausencia nos estrellaría contra una de las realidades del desarrollo humano; puedes poder, o puedes ser. Entonces, nos entregamos a pensar y sentir lo que será partiendo de lo que somos en un ahora, y recordando lo que fuimos. Dividimos nuestra fuerza en el intento de mantener con nosotros un pasado (en tanto que fuimos y nos formó), de existir en un presente (en tanto pensamos, actuamos y sentimos) y de pretender en un futuro (creando la fantasía de trascender en el tiempo). Nos engañamos al pensar que somos permanentes, somos temporales.

Entonces entiendo que puedo equivocarme, que puede que de alguna manera la aventura de la permanencia se manifieste en la cotidianidad y significancia de mi vida, pero dejo de lado este argumento, prefiero en mi la responsabilidad de mis errores y aciertos, y no martirizarme por un "que hubiera pasado si...". Sé con claridad que no hay nostalgia donde no hay culpa, y eso me tranquiliza. La congruencia entre lo que pensamos y sentimos nos libera de ese yugo que representa la nostalgia; de esa cadena que nos arrastra a maldecir nuestros errores en lugar de aprender de ellos. Aquí es cuando comienzo a sentir que no tengo otro remedio que vivir y hacer como lo sienta, que el pensar no es suficiente, que la cotidianidad exige de mí una directriz que no pueda ser sometida a debate y en ese caso, solo lo que sentimos es inapelable. Cuando entregamos la brújula a el pensamiento perdemos una oportunidad de satisfacernos en mayor medida con lo que hacemos, pues comenzamos a mentirnos a nosotros mismo y ahí es cuando surge el engañoso conformismo. Nos hacemos daño, cuando nos mentimos, cuando luchamos por mantener lo que deseamos como si fuera una cosa, no podemos decir que sentimos con sinceridad si razonamos ese sentir antes de hacer que nos muestre su forma en una realidad tangible que desborde a la realidad de las especulaciones.

Ahora no me queda más que ser, esto es lo que por mi mano ha surgido: decisión, acto, consecuencia y responsabilidad, en ese orden. De modo que voy a gozarmelo.

viernes, 23 de septiembre de 2011

La curiosidad que mato al gato seguramente valió la pena.

La curiosidad es inherente al ser humano. Aunque yo mismo me declaro un ser apasionadamente curioso. Aunque tenga cuatro patas y me den de beber leche, adoro perseguir a esos ratones que se esconden en el patio y asustar a las palomas que sin mi permiso se comen las migas de pan después de que los amos sacuden el mantel, solamente para entender qué es un ratón y una paloma.

No soy un cazador, aunque tengo los instintos prefiero entender como funcionan las cosas. Por donde salen los ratones, a que horas lo hacen, que ruta utilizan para llegar a mi cocina, que gavetas prefieren, que alimentos no tocan, cuantos son los que osan retarme en mi propia casa y así, con muchas cosas. Entre los míos no soy bien recibido; esos gatos matones que andan de techo en techo intrigando sobre el porque no me les uno a cazar en la calle y robar la tranquilidad ajena, me creen un perfecto idiota, dicen que mis instintos un día me vencerán y terminare en algún tejado maullandole a la luna.

Mi apacible vida está llena de sentido. No busco nada en ningún lugar; soy un gato, que esperaban?, que estuviera por ahí en ese deporte extremo de pasar calles?, que deambulara en las asquerosas canecas de otros reciclando desperdicios?, que me dedicara a asaltar gatas?, por favor, que hay de malo en vivir curioseando?. Cuando salgo de mi casa no lo hago a escondidas, salgo por la puerta de enfrente, mis amos saben que regresaré, así que no me escondo para hacer lo que me gusta. Siempre camino por los andenes con la cabeza en alto, meneando mi cola, y con paso calmado. Voy observando lo que hacen los humanos, los escucho, puedo oler sus sensaciones, y aunque muchos de ellos hacen que se me erice el pelo, muchos otros como mis amos me hacen sentir apacible.

No puedo esquivar la curiosidad sobre lo que ha de ser tener una sola vida como mis amos. Yo he perdido cuatro de las mías, pero no me arrepiento, con cada perdida obtuve resistencia contra lo que me mató. Así funcionamos nosotros, pero ellos no, son tan frágiles, si mueren sencillamente mueren, sin embargo siento una curiosidad por la que daría todo mi pelaje y entregaría mis ojos. Por qué sienten morir una y otra y otra vez durante su vida?. Parece que vivieran perdiendo partes de su vida con cada cosa que hacen, para ellos es tan fácil llamar error a algo que no les gusta, o que no es como ellos creen, o que no es enteramente satisfactoria, o que no es eterna, o que no es como ellos. He visto como se ven a sí mismos en otros humanos, y creo que es por eso que viven perdiendo pedazos de su vida cuando esos otros ya no están, o les muestran que no son como ellos. He pensado que esto ocurre por que no tienen ojos capaces de ver en la oscuridad, como los míos. Modestia aparte, tengo muy buena vista, y si algo puedo decir es que ellos se niegan a ver en lo más oscuro, que es, curiosamente, donde lo más interesante ocurre.

Verán, cuando los ratones entran a mi cocina lo hacen cuando están las luces apagadas, se mueven con una agilidad impresionante, se mueven rápido, son ellos!, tal cual son, sagaces, astutos, precavidos, objetivos. Sin embargo cuando el sol se pone se esconden, dejan de ser ellos por que otros los están viendo, o temen que los vean. Con los humanos ocurre algo muy similar, necesitan esconderse para ser ellos, se disfrazan con eso que llaman palabras, y creen que nadie puede verlos tal como son. Pero yo puedo, y no solo puedo verlos, también puedo sentirlos, los oigo y los huelo, huelen a miedo, pero no es ese miedo que te da energía para hacer algo, es el miedo que sienten los ratones cuando salto de la silla y les pongo las patas encima, es ese miedo al ser descubierto, por que sienten que han fallado siendo ellos.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Juancho...Estamos embarazados!... qué vamos a hacer?

-Hijueputa! pero cómo!?, bueno, eso ya sé, quiero decir, qué fue lo que paso?. No pendejo eso tampoco!. Me refiero a... pa que coño sirve el caucho entonces?(monologo mental)- Mientras pasa por mi mente cualquier cantidad de pensamientos absurdos, trato de asimilar el golpe, sencillamente ubicarme lo más rápido posible para reaccionar ante esa afirmación- "Juancho, estamos embarazados!", y la pregunta más compleja que me han planteado en mis 27 años, "qué vamos a hacer?".

15 días antes.

               Salgo escabullido de la casa de mis abuelos a verla. Hace poco la conocí, tenemos pocas cosas en común pero aun así hablamos bastante; es una mujer de muy buen humor, de esas que te botan un chiste sin avisar y provocan que respires el café caliente que estas tomando. Podría decir que es casi hiperactiva, pues con dificultad se queda quieta, cambia de tema constantemente, lo observa absolutamente todo, y hundiendo las gafas hacia sus ojos pregunta "puedes pensar en al menos dos razones para que una persona haga eso?". Es antropologa, una de esas niñas criadas por un par de padres hippies formados en ciencias sociales que le dieron libertad para hacer lo que le venga en gana con tal de no provocarle un trauma, o quizá, por que la iluminación de algún gurú de los 70´s les dijo que no importa lo que haga, no le digan que no. Es lo que algunos llaman un espíritu libre. Un espíritu libre de 1.65mts, con cara risueña y tierna, tez blanca, risos negros, grandes ojos cafés, mejillas coloradas, una gota de nariz, y estructuralmente, hablando desde la antropología: una "recolectora".

             Voy afanado por que voy tarde para variar, comienzo a caminar en sentido contrario al de el bus que debo tomar para llegar hasta donde hemos quedado vernos -como si eso hiciera que pase más rápido-. Me subo al condenado bus. -Típico, de pie, dos horas de camino y en colectivo; dándome en la cabeza con el parlante del techo cada vez que salta por un hueco la hijuemadre chatarra, escuchando vallenato solamente por mi oído izquierdo, pues el derecho está ocupado participando de la conversación de dos señoras que podrían perfectamente, reformar la ley 100 y de paso el sistema de atención médica en las EPS. Me bajo y esquivo con suerte darle con la frente al marco de la puerta del colectivo. Ella está en la esquina en la que me deja el bus, camina con pasos cortos hacia mi y me dice -Sabias que la impuntualidad es un mal que desarrollamos como consecuencia de las guerras?. No puedo evitar reírme -Perdón, es un mal de familia, es que mis tatarabuelos participaron en la segunda guerra mundial-, ella se ríe con migo y enseguida señala el lugar al que vamos.
             Nos sumergimos en colores de arriba a bajo. Ejercitamos los ojos más de lo que normalmente lo hacemos, cruzamos pocas palabras. Nos hacemos el uno al lado del otro, me agacho un poco para ver como ve ella, nos damos la espalda para mirar otros horizontes, nuevamente nos encontramos sonreímos y regresamos al juego de observar sin hablar, una que otra mirada encontramos el uno en el otro, hasta que regresamos al punto en que comenzamos. Es hora de salir de la galería.

            -Y ahora sabes para donde vamos verdad?-, pregunta con voz tranquila. -Pues vamos a almorzar no? yo tengo un hambre salvaje, tu tienes hambre?, -Si, quiero comer harto, a donde vamos? por aquí no conozco donde comer. -Yo si, aquí cerca quedan las Juanas-. Mi sentido de la distancia no es muy bueno que digamos, creo que caminamos bastante, y hasta nos insolamos, pero eso también hace parte del paseo no?. Deliciosa la comida, devoramos dos cazuelas de mariscos que parecían no tener fondo, mínimo tres vasos de limonada con panela, arroz, plátano, carimañolas, ensalada y claro está el confite que acompaña la cuenta.
            Vamos caminando despacio, con la barriga por delante y en silencio. Necesitamos estar concentrados para no tropezarnos y caernos por la pendiente que aunque no supera los 4 grados de inclinación, podría hacernos rodar y rodar. -Jajajajaja!! la escucho reír estrepitosamente sin estimulo alguno. -Dónde está? cuenta! dónde lo viste? pregunto afanado. -Ayyy quién? cómo así? responde mientras sigue riéndose. -Como quién? el enano en la cicla de una sola llanta haciendo malabares con machetes! ese del que te estas riendo-. Respondo mientras insisto que lo señale. Jajajajaja ríe nuevamente -Noooooo ningún enano, es que nos veíamos muy chistosos con hambre y ahora almorzados nos vemos más chistosos-. -Ammmm vea pues-. Es lo único que consigo articular ante semejante desproporción.

            Seguimos caminando, vamos a pasar un semáforo en verde (para los carros), pero antes de que de el segundo paso, me coge del brazo y me regresa. -Esperate, o es que tienes afán? pregunta con calma. Cuando me doy cuenta estoy frente a ella, yo en la calle y ella sobre el anden, estamos muy cerca. Se ha quedado mirándome, de  hecho creo que fui yo quien se quedo mirándola. Sin musitar palabra, solo veo como parpadea, puedo ver sus ojos a través de las gafas. Levanto lentamente la mano y se las quito. Hace una mueca y trata de evitarlo. No lo consigue. Me rodea el cuello con sus brazos y se acerca rápido, -Y si sólo me dices que quieres besarme?-, me susurra al oído. -Solo dime que quieres que lo haga-, respondo con tranquilidad. Una cosa lleva a la otra, la otra a la otra y hacemos y deshacemos, componemos y hacemos ruido, simplemente pasa lo que quisimos que pasara.

            Salimos más cansados de lo que entramos, bajamos las escaleras en silencio, no cruzamos más de un par de miradas, ella toma mi mano y se acerca, seguimos en silencio. Tomamos camino para embarcarnos en los buses que nos han de regresar a donde todo comenzó, nuestras respectivas camas. Las palabras pasaron a otro plano, solo nos miramos, sonreímos de a poco, hacemos muecas, ella me propina un "gato", yo le pellizco la nalga, nos reímos nuevamente. A lo lejos puedo ver que viene su bus, pero no le digo nada. Pasa sin que lo note, viene el mío, -Yo espero a que pase tu bus-, le digo, responde con la cabeza y esperamos. Pasan los buses, pasa el viento frió de la noche, nos acercamos para calentarnos un poco. Pasa su bus, nos despedimos y sonreímos una ultima vez, luego pasa el mio, me monto, pago, me siento y quedo inconsciente en la silla. Me levanto un poco después de mi destino, así que me incorporo de un brinco, timbro y me bajo. Tengo que regresar cuatro cuadras para llegar a mi casa. Prendo un cigarrillo mientras tanto, y me dispongo a caminar. Termino el cigarrillo antes de llegar a la casa, abro la puerta, entro rápido para no contestar preguntas, subo a mi pieza, me desvisto y me meto a la cama.

              Pasa una semana desde ese día, la he llamado pero no me contesta, no la veo conectada, así que no insisto más. Me dedico a mis cosas. Blogueo sobre el mes del amor y la amistad, tuiteo intermitentemente, entro al face a jugar, sigo con mi ritmo de lecturas, hago papeleos interminables, llamadas, me alimento, fumo, duermo, escucho música, toco el cuadro que no quiero terminar, veo películas, salgo solo, y así, procuro buscar algo diferente que hacer. No siempre lo consigo pero bueno, quien lo hace?.

Hoy.

                Tres llamadas perdidas? a las 7:34am? alguien definitivamente me odia. Menos mal mantengo el celular en silencio. Reviso quien ha llamado y oh! sorpresa, era ella. Ha dejado también un mensaje de voz, "Juan tenemos que hablar". Maldita sea! (se que todo hombre que lea esto hubiera pensado lo mismo que yo al escuchar esas palabras). Le regreso la llamada, cuadramos hora y lugar para "hablar", le pido que me adelante algo a lo que se niega diciendo, "esto no es algo para hablar ni por teléfono ni por chat, te veo y hablamos". Ayyy me van a echar!... tic tac tic tac... momento! pero no somos novios!, Ayyy me van a pedir el cuadre... tic tac tic tac... momento! pero yo no quiero novia, Ayyyy me va a presentar con la familia... tic tac tic tac momento! y si los hippies me odian?... Guevón! mejor dejo de pensar pendejadas, puede que de verdad solo quiera hablar.

                  Lugar y hora acordados. Nos saludamos, tomamos asiento, pedimos algo de tomar, y sin precalentamiento suelta la bomba. -Juancho estamos embarazados, qué vamos a hacer?-. -Estás segura?- Balbuceo ante el shock, -Si, ya me hice la prueba dos veces, no creí que algo así nos fuera a pasar pero ya ves-, lo dice con una tranquilidad impresionante. Comienzan a pasar imágenes por mi mente como si fuera una cinta de vídeo antigua, se mezclan con lo que pasó esa noche, palabras, sonidos, aromas, sensaciones, todo está junto. Tengo que pensar rápido, uso mi concentración para articular las palabras, le tomo la mano y le digo: . -Ahora los dos lo sabemos, me diste a entender que no estaba entre tus planes algo así. Solo quiero preguntar que has pensado que podríamos hacer?, pero ya que tu preguntaste primero, considero que la responsabilidad es de ambos, y como bien lo has dicho "estamos" embarazados, y somo responsables de esa vida en camino, tú turno-. Hago un silencio, no suelto su mano, reclino mi cuerpo hacia ella y me quedo mirándola. -No sé que decirte...-. Sus ojos comienzan a llenarse de lagrimas, me aprieta la mano y se recuesta sobre la mesa, su respiración me dice que no está pensando con claridad. Yo tampoco lo estoy haciendo muy bien. Tomo la silla, la pongo a su lado, me siento y la abrazo. Espero a que se tranquilice, no digo nada. Estoy buscando la manera de organizarme cognitiva y emocionalmente.

Ser padres hoy.

                  Un niño es una responsabilidad enorme, tal vez, tan grande que desborda en muchos sentidos lo que una persona sensata pueda hacer con respecto a la crianza y educación de un ser vivo. No me imagino como padre, los niños me asustan. Bueno, no tanto como me asustaban antes, pero aun lo hacen, me siento extraño. Sé que no quiero ser un psicólogo para mi hijo, pero aveces creo que no soy lo suficientemente competente como persona para ayudar a otra a ser ella misma. Tengo claro, que no puedo vivir mi vida a través de la de mi hijo, que no puedo vivir su vida, y que solo estoy para acompañarlo en el proceso de su toma de decisiones. Entiendo que aprenderá muchas cosas de mí, y por muy malo que esto sea, sé que lo que mejor puedo enseñarle es a formar su propia perspectiva de las cosas, de manera que lo que aprenda de mí pueda descartarlo.
                 Sé que con un hijo vienen muchos temores de padres, qué hacer, qué no hacer, por qué hacer esto o lo otro, estaré haciendo bien con esto?, está bien que vea televisión? qué programas? lo llevo a cine? a que películas? lo pongo a temprana edad en el colegio? o dejo que crezca un poco?, colegio publico o privado? cómo voy a mantenerlo?, que calidad de vida puedo ofrecerle?, cuánto de mi tiempo puedo dedicarle?, voy a difuminarme por cuidar de él?, como voy a verme a mí mismo ahora que tengo hijos?. Sigo siendo yo o ahora soy yo "el padre"? qué cosas van a cambiar ahora?, Saltan y saltan preguntas todo pasa por mi mente a una velocidad alucinante.
                 Los niños no vienen con un manual de instrucciones, hay que descubrirlos de a poco, si ellos aprenden de ti es normal que tu aprendas de ellos. Así que por qué no aprender juntos?. Pero aprender qué?, a vivir?, a ser?, que me enseñe a ser papá? y yo enseñarle a ser hijo?. No considero poder responder ni siquiera a tres de estas preguntas. O dudas o miedos o como quieran llamarlas, solo sé que tengo miedo, pero sé también que tengo una responsabilidad y no pienso esquivarla.
Creo firmemente que el miedo fue lo que nos hizo evolucionar. Pero no sentirlo, sino ser capaces de afrontarlo y hacer de el un motor para conseguir lo que deseamos. Aquel que no ha sentido miedo no ha vivido.

De regreso a la mesa:

              -No sé que hacer!, dime algo Juan por favor no te quedes callado, dime qué hago?-. Entre el llanto y el desespero que se había apoderado de ella (y de mí) logró incorporarse. Me abrazo, y se echó a llorar nuevamente. -Cuando ya no puedas llorar más, puede que sea hora de que hablemos... Tal como me dijiste, era algo que no se podía hablar por chat o por teléfono, así que cuando quieras, estoy dispuesto-. Uta madre! se me salió el psicólogo sin querer, pero no sabia que decir, así que agradezco ese reflejo cognitivo. Después de que dije eso se quedo callada, el llanto paro, se normalizo su respiración, se secó las lagrimas, y volteo a verme. Ayyy jueputa la cague!? tenia la mirada asesina, no tenia que decir nada, podía sentir su odio hirviendo al máximo dentro de ella; supe que en cualquier momento sentiría una cachetada, o dos, o un mordisco, o un botellazo en la nuca o algo... Momento! eso era!, lo que tenia era rabia, y no sabia como sacársela de adentro, no podía pensar por que estaba atascada conteniendo la rabia que sentía. Antes de que me diera con algo atine a decir: -No me mires así, no es con migo con quien tienes rabia, ni se te prendió la antorcha de la ira por lo que dije. Qué es lo que te molesta?... ahí comenzó la charla, ya en serio. Sobre aquello que me había dicho teníamos que hablar, hablamos. Estuvimos desde el atardecer hasta la noche, tomamos mucho café, mucho jugo, comimos, fumé, nos desbaratamos y nos rearmamos el uno al otro más de una vez.

Ser padres o ser pareja?:

                Ser las dos, seguramente es la respuesta más sensata, el apoyo del uno al otro como padres y como pareja... jueputa no sé! esto si me confunde, creo que lo cambia todo, no estoy seguro. Puede que no, que afiance los sentimientos que existen. Pero en mi situación?, nosotros no somos pareja, no somos novios y no somos amigos, calificamos el uno al otro como amante ocasional, compañero de risas, y ultimo pase para salir del desparche. Eso es una pareja? o un amigo? o un novio?, mmm no, verdad?. Comenzamos a pensar en esto después de tomar la decisión de hacernos responsables del bebe.

               -Y nosotros qué?- fue lo que le pregunte, -Eso no sé como respondertelo, es como difícil no crees, el  hecho de que vayamos a tener un hijo no significa que tengamos que casarnos ni nada por el estilo, es que uno no debería creer que por que va a ser mamá el resto del mundo se acabo. Yo no quiero que eso me pase, quiero seguir haciendo las cosas que hago, seguir siendo quien soy y ya, que nuestro hijo aprenda a ver las cosas así como son, que sus papas no se casaron por la culpa que les genero haber quedado embarazados. Eso no significa que no quiera este bebe, o que lo considere un error en mi vida, simplemente hay cosas que no podemos controlar del todo, quiero a este niño, mucho, y no quiero que su vida familiar sea un espectáculo ni una mentira. Creo que eso sería más cruel, tener que armar un circo perfecto para que crea que sus papas son como el resto del mundo, que las cosas siempre tienen que ser así como dice la mayoría de las personas, eso es obsceno.
                Es más sano no mentirle y no fingir entre nosotros algo que no somos. Seguramente algún pendejo dirá que el niño necesita una familia, que necesita experimentar la seguridad del hogar, que necesitará un modelo de lo que es una relación, que se va a sentir como un error en nuestras vidas, o no?-. Muevo levemente la cabeza en señal de que le estoy escuchando. -Pues ese pendejo es un completo miserable! y un incompetente social, y un incompetente como padre y como ser humano!. Es cierto que no nos conocemos mucho pero creo que mientras nos tenga a los dos como padres podemos enseñarle cualquier cosa de manera que pueda ver las cosas con sencillez, con humildad, con inteligencia, que pueda sentirlas, que de verdad aprenda, no que imite lo que ve y se monte en la ilusión de que lo que ve en otros es lo único que existe o es la única forma de hacer, pensar o sentir, no te parece?-.

              Mientras le escuchaba decir esto mi cara se iba transfigurando de a pocos, creo que termine con los ojos abiertos de par en par, sin parpadear, con la jeta abierta y seguramente con una cara de idiota asegurada. Y yo ahora que le digo? que estaba pensando que nos fuéramos a vivir juntos? y buscáramos la forma de organizarnos? que estaba pensando que podemos ser lo que el bebe necesita, unos padres?, que le digo? que me siento como la mujer desesperada del paseo, y que ella viene siendo el macho cabrón que no quiere ni verme después de haberse acostado con migo?, Mierda!!!!! está claro que no estoy pensando con lucidez, que esto me esta afectando bastante, necesito clarificarme. -Concuerdo en algunas cosas pero no en todas, sabes, se que te reirías y me creerías loco si te digo lo que estaba pensando, cosa que igual voy a hacer, pero primero quiero fumarme un cigarrillo, creo que hoy dejaré de fumar.

Los últimos cigarrillos.

              Salimos del lugar. Hace mucho frió afuera, el viento se escurre entre la ropa y hace que que todo mi cuerpo tiemble. Me confundo tal vez y creo que es el clima, o lo que está ocurriendo. Busco entre mis bolsillos la cajetilla, la abro, miro hacia adentro y contemplo un momento los cuatro cigarrillos que quedan. Un vicio que intenté muchas veces y con muchas buenas razones dejar, y que me venció, una y otra vez, se enfrentaba ahora a algo mucho más poderoso que mi instinto autodestructivo. -Por qué vas a dejar de fumar Juancho?-, preguntó mientras cerraba el cierre de su chaqueta y se acercaba a mi. -Por mí. Esta vez, quiero dejarlo por mí. No me mal entiendas, no es egoísmo, una vez alguien que nunca se equivoco en lo que pensaba de mí, en lo que me pronostico y en lo que me dijo ocurriría con mis vicios, me dijo que dejaría de fumar por alguien algún día, me hubiera gustado que se equivocara en otras cosas pero nunca sucedió, ésta vez, voy hacer falle. Se acerca más y me abraza, yo hago lo mismo, nos quedamos un momento así, como congelados, puedo sentir como late su corazón mientras tengo la mano en su espalda, está tranquila nuevamente. Yo en cambio estoy ansioso, me sudan las manos, no consigo normalizar mi respiración, me siento acelerado.
               El abrazo termina. Tomo uno de los cigarrillos y lo prendo. Primera bocanada, profunda, como si fuera la ultima, exhalo como si fuese un suspiro. -Nos sentamos?-, me pregunta mientras señala la silla. Está congelada, el concreto en la noche parece hielo. Sigo fumando sin decir palabra, volteo a verla y está allí sin hacer mayor cosa, nunca la había visto tan quieta. Estoy enternecido. Para cuando me doy cuenta he terminado el cigarrillo. Tomo el otro rapidamente y lo pongo en mi boca, lo enciendo y aspiro con fuerza, regreso mi mirada hacia ella y sigue allí, voltea, me mira y sonríe, se acerca un poco y dice. -Tranquilo solo quiero acompañarte, estar aquí cuando los termines. -Nunca me dijiste si te molestaba que fumara-, le digo mientras dejo que el humo se escape mientras hablo. -Acaso importa si me molesta?-. Responde clavandome la mirada, como queriendo meterse en mi cabeza para saber como voy a contestarle. -Creo que sí...-, musito esquivándole la mirada. -Por qué no me preguntaste si me molestaba entonces?-, -No quería que dijeras que si-. -Hubieras dejado de verme?-, -Si, creo que por eso no pregunte nada-. -Gracias por no preguntar-. Es lo ultimo que dice. Termino el segundo. Tomo el tercero y contemplo como se va quedando vacía la cajetilla. Me salta la idea que alguna vez escuche de que las personas que no tienen vicios con dificultad son personas virtuosas; no hablo de los vicios de consumo, hablo de la repetición de los actos que permitimos que nos dominen, esos actos a los que le entregamos nuestra libertad, hablo de los limites que le hemos puesto a esta libertad para hacernos más conscientes de que podemos restringir lo único que solo nosotros podemos quitarnos.
                Para cuando termino el cuarto cigarrillo, estoy tranquilo. No tengo frio, ella sigue ahí, ya no me siento embotado. Le pido que regresemos adentro. Me tropiezo subiendo el desnivel, casi me caigo. Me gustaría que la torpeza se fuera con el cigarrillo que acabo de dejar.

Cerramos a las 12.

              Tomamos asiento nuevamente. Pedimos jugo y hamburguesa, tenemos mucha hambre, es obvio que después de más de cinco horas hablando, llorando, peleando, discutiendo, y poniéndonos de acuerdo tengamos hambre. Retomo la conversación. Le cuento mi perspectiva sobre el ser padres o ser pareja, le hago saber mis miedos al respecto. Exponemos nuestras virtudes como personas con respecto a lo que es tener la responsabilidad de un hijo, y hacemos lo propio con nuestros defectos. Comenzamos a ratificar y corregir lo que pensábamos el uno del otro e intercambiamos experiencias, sueños, ideales y cosas que queremos para nuestra vida. Comienzo a sentir que comparto muchas cosas con ella, y también que discrepamos en muchísimas otras, somos bastante diferentes, y eso me gusta. La conversación no pierde su seriedad, pero comienza a tomar un color mucho más cálido, más amable, menos nostálgico y sin darnos cuenta estamos hablando de nosotros, no de tú y yo, sino de nosotros y él o ella.

               Se acerca quien nos atiende y nos dice que cerraran en 15 minutos. El tiempo que resta para que sean las 12 de la noche. Hemos hablado mucho, los acuerdos y desacuerdos están sobre la mesa, comenzamos a conocernos mucho más a profundidad. Siento una agradable sensación de tranquilidad. Hey, no me mal entiendan, eso no significa que haya asimilado por completo la situación, pero me siento bien. Puedo ver que ella es una gran mujer, y que yo no soy tan mal tipo después de todo.

              Salimos, la acompaño hasta su casa, saludo a sus padres y me despido. Hablaremos con ellos hoy en la noche, y con los míos el jueves. Tomo un taxi a mi casa, entro con sigilo, subo a mi cuarto, prendo el computador, abro blogger y comienzo a escribir está entrada, acudo a  lo mejor de mi memoria, que aunque muchos creíamos que no es muy buena me doy cuenta de lo contrario. Redacte todo esto a una velocidad impresionante, no sé si pueda dormir ahora que estoy terminando, pero quisiera conciliar un sueño que me permita reponer tanta energía como me sea posible. Aun tengo muchas cosas en que pensar y muchas más para sentir por decirlo de alguna manera.


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Mis conclusiones. Sus especulaciones. Sobre el mes del amor y la amistad.

Las cuestiones que atañen a septiembre el mes del amor y la amistad no solo derivan de una celebración ritualista, sino también a la necesidad de darle un tiempo especifico a ese amor y a esa amistad.

Si pensamos que las personas requerimos una directriz para prácticamente todo, no es de extrañarse que también la necesitemos para dar manifestaciones afectivas como las de septiembre. Superando la cuestión del marketing y la economía en este mes, nos encontramos con una necesidad latente. La de la ubicación temporal y espacial para las prácticas con sentido. Como seres vinculares manifestarnos con los otros es una necesidad, es parte del deseo de/por/para el otro. Así que no es extraño que la cultura que hemos producido nos halla llevado a orquestar en un mes como septiembre el festejo del amor y la amistad.

Esta entrada es la ultima con relación al tema del amor y la amistad. Considero muy para mis adentros que he gozado más en la praxis de este mes que en la escritura del mismo. De modo que con estos últimos argumentos dejo ir el tema del amante secreto, y el amigo peleón.

Realmente pensamos que esto del mes del amor y la amistad es una cuestión puramente afectiva? o que es una excusa para manifestarse? o que es producto de la economía del mercado humano? o que es una artimaña para hacernos creer que tenemos sentimientos?. Tal vez, y digo tal vez solo sea una forma que encontramos de hacernos recordar, que hay cosas por las que vale la pena equivocarnos al juzgarnos como sociedad.

Verán en lo que lleva de transcurrido septiembre que no es mucho de hecho, me he dado a la tarea de ver, pensar, y sentir de diferentes maneras todo esto que está pasando, todo eso que le pasa a las personas y que en efecto también me pasa a mi, y que puede que le pase a usted. Pero para mí ha sido más un experimento contra mi mismo, nunca he sido de celebraciones o festejos; -qué esperaban? nací en enero, mes de la peladez, ha de ser por eso que valoro más una compañía sincera.- De hecho hasta hace poco realmente me fastidiaban, sin embargo he comenzado a cogerles cariño, poco, pero cariño igual. 

Suele pasarnos que nos apresuramos entonces a emitir conceptos, juicios, señalar con el dedo, y concluir sobre algo de lo que en ocasiones (por no decir siempre) no estamos bien informados, no hemos practicado en carne propia, y de lo cual no hemos sido parte activa. Como le comentaba a un amigo, las conclusiones que saque  usted de lo que escribo, son suyas, disfrútelas; pero por favor entienda que eso no hace que sus pensamientos sean los míos. Lo que quiero decir, es que muchas veces nos negamos la posibilidad de pensar de otra manera, de sospechar siquiera que puede haber otra forma de entender las cosas, que siempre cuando se plantea una hipótesis existe la posibilidad que existan mínimo otras dos o tres. Darse la oportunidad de debatir las conclusiones que hemos sacado sin la información completa o sin la experiencia plena, es algo sano, evitará en muchas ocasiones parecer un idiota y lo mejor de todo, esto evita la proyección: poner en otros lo que hay en nosotros mismos.

Estos catorce días de vivencia del mes del amor y la amistad me han enseñado muchas cosas. Entre ellas... Bien pasando ahora al objetivo de esta entrada digamos entonces en honor a la sinceridad, que cada quien hace y entiende este exquisito mes como se le da la gana. Yo no voy a cambiar el mundo con esta joda que estoy escribiendo, usted no va a cambiar de parecer, yo ya lo hice, y seguramente la cultura seguirá siendo y haciendo lo que nosotros hagamos con ella (historicidad: más info, véase Castoriadis. La institución imaginaria de la sociedad) así que no nos digamos mentiras, y mejor sabe que, viva como se sienta a gusto y no se engañe, yo intentaré hacer lo mismo.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Un mes de excusas. Las mías y las suyas.

De la entrada anterior, tantas veces que fue escrita la palabra dulce o sus derivados, me recuerdan lo que me hace el azúcar, me duerme. Puede que si valga la pena festejar un sentimiento que nos hace mejores personas, sin embargo lo que me molesta es que las personas necesitemos de este tipo de empujones culturales para sentir exponencialmente, seremos acaso incapaces de hacer por cuenta propia que algo tan "bonito!" se manifieste diariamente en su justa medida?

A la bola de romanticon@s que andan pegados de una melasa que sobrepasa al amor, en este mes, solo me queda recordarles que, si necesitan de la excusa del mes del amor y la amistad para invitar a su pareja a hacer algo fuera de lo común, se encuentran en una situación preocupante.

Esta entrada no nace como la antítesis de la anterior, y me gustaría pensar que ha sido mejor redactada que la otra, y por ende mejor pensada.

En materia; claro que las expresiones afectivas merecen la pena! hay que ser muy idiota para pensar otra cosa, somos seres vinculares, tanto la amistad como el amor son parte de lo que nos nutre personal y socialmente, no hay que ser psicólogo para entenderlo, es una cuestión de sentido común. Ahora a este sentido común podemos preguntarle si: Podemos expresar nuestros sentimientos diariamente? Podemos hacer sentir especial a "esa" persona diariamente? Podemos estar ahí diariamente? Podemos endulzar diariamente? Podemos amar diariamente?, seguramente algunos superhumanos pueden responder que si, otros menos humanos que no, y típicamente los subnormales que tienden  ponerse en la mitad dirían que se requiere cierto equilibrio. En este caso es cierto, Si te endulzan todos los días de tu vida te arriesgas a vivir dormido (en mi caso), nadie quiere ser amado a diario NADIE es tan egoísta! no se mientan, el ser humano exige también su cuota de miseria, si las cosas fueran rosas todos los días la tasa de suicidios seguiría en aumento.

Bueno no es necesario llegar tan lejos. Sintamos como este mes es diferente, sintamos como podemos fingir, como podemos mentir, sintamos como sentimos a otras personas, pero con sinceridad, sin mentirnos a nosotros mismos, miremos a nuestro al rededor, observemos. Mucha gente feliz! claro es natural, muuucha gente dichosa compartiendo con su pareja en un restaurante fino al que no han ido en meses por que no ha habido una razón, invitaciones recibidas a disfrutar del cine, el ocio y la cultura por que el marketing ha hecho su trabajo y están más baratos los planes, ojo al dato (hasta el precio de los moteles disminuyó y ahora te regalan un cuartico de ron por el mes), mucha gente chupando helado en el Simón Bolivar (a mi gusto el plan más vacano), y así mucha gente haciendo muchas cosas por que desde el 20 de agosto nos recordaron que se viene el mes del mes del amor y la amistad y hay que hacer algo.

Se siente en el ambiente una energía muy vacana, se siente a la gente siendo sincera, bueno no todos, pero se siente una sinceridad que tranquiliza o bueno a mi me tranquiliza, pero también me saca la piedra, imagínese que esa fuerte sinceridad que siento se repartiera equitativamente en todos los meses del año, solo digo que la convivencia mejoraría un poco, claro está siempre existe la posibilidad de que me equivoque.

Pasemos ahora ha pensar y sentir a l@s amargad@s, no, esa no es la palabra, mejor a aquellos que están tristes, aquellos que por X o Y razón están lejos de su pareja, o no tienen una anhelando querer tenerla. Esas personas encambio las siento pesadas, densas, sobre cargadas; no se bien como explicar esa sensación que me provocan, pero no se siente bien. Y al pensar lo que debe sentirse ver tanto derroche de felicidad en las calles, buses, bares y demás lugares de expresión afectiva, imagino casi macabramente que estas personas tristes deben estar haciendo un esfuerzo psicológico fuerte para no desbaratarse ante la ausencia (en cualquiera de sus manifestaciones) de un querer.

Podemos engañar a otros, pero no podemos engañarnos a nosotros mismo, sea que seamos sinceros con nuestras manifestaciones afectivas este mes, sea que lo hagamos por compromiso, sea que sintamos en este mes una oportunidad de hacer algo que por mojigatería no haríamos en otro momento, o bien sea que nos sintamos solos, solos con compañía o engañados, este es un mes de excusas. Para sentirte bien o mal, para hacer algo o dejar de hacerlo, para tomar la iniciativa o sentarte a esperar. Este es un mes de excusas y las que usted tiene a la mano son como las mías.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Enfoquese! las expresiones afectivas valen la pena. Sobre el mes del amor y la amistad.

Como dije en la anterior entrada, ésta nace del ponerme en los zapatos de los que realmente se entregan a sus emociones en el mes del amor y la amistad. Ésta como las siguientes dos entradas son escritas a título propio, con la finalidad de sublimar en este mes, lo que pueda llegar a pensar y sentir de algo cotidiano y significante un mes al año.

Las expresiones afectivas en lo que se refiere al amor y la amistad son parte de lo que hace que este tipo de vínculos tenga la relevancia que tiene para las personas. Una llamada, un saludo cálido, una palabra de aliento, un mensaje con sentido, un abrazo, un beso, un chocolate, un juguete, una rosa, una dedicación, un poema propio, una invitación a salir, una comida, una película, una cerveza o sencillamente la compañía sincera. Son parte del grupo de las expresiones que cotidianamente aparecen en septiembre. Este mes permite que culturalmente sea más notable una de estas entre muchas otras expresiones afectivas.

O quien no ha jugado a lo largo de su vida al amigo secreto? todos hemos jugado, todos hemos rogado que nos salga alguien en algún momento. En el colegio, en la universidad, con los amigos del barrio, en el trabajo. Todos de una u otra manera hemos querido en alguna ocasión que esa persona que, o nos gusta, o queremos, nos salga en el juego del amigo secreto. Ahhhh los que hemos tenido la dicha que esto ocurra sabemos que el juego entonces es más que una excusa para sorprender a esta persona. Si, sorprender, esa es tal vez una de las mejores formas de jugar al amigo secreto. La simple endulzada mmmm no es algo del todo emocionante, pues si recordamos, el climax normal de la endulzada es dejar el dulce uno mismo para tu amig@ secreto lo encuentre y claro está, no te pillen. Otros abogan por la cooperación y se alían con otro jugador para endulzar el uno al amigo del otro. Esto provoca una la intriga en el amigo secreto por saber quien le tiene, y en ocasiones llega hasta el chantaje, "yo se quien lo tiene a usted, si me dice quien me tiene a mi le cuento" les ha pasado?, pues a mi si.

Pero bueno, retomando la idea principal del párrafo anterior, estaba hablando del sorprender a su amig@ secret@. Como decía la simple endulzada oummm emmmm no sé le falta algo. Es la mecánica del juego si, que te endulcen y endulzar, también es parte del juego intentar averiguar quien te ha sacado a ti, e intentar dar en el clavo con el gusto de tu amig@. Entre lo uno y lo otro puede sorprenderse al endulzado. Cambiando sutilmente las situaciones en las que se endulza por ejemplo. En lugar de dejar el dulce o esconderlo en alguna parte que seguramente encontrara, se puede dejar una nota con una pista que ha de llevarle al dulce, o haciendo llegar mensajes (en caso de que su amig@ realmente le guste) por intermedio de los otros jugadores con quienes se ha hecho alianza. Así comienza a ser más interesante el juego, pasa de una simple mecánica de dar y recibir, a un juego de estrategia e inteligencia. No me digan que no sería delicioso jugar cuando tienen el nombre de la persona que te gusta dentro de la bolsita y lo único por lo que ruegas es por la oportunidad de decirle, "yo era tu amigo secreto" ahhhh ah que si seria una chimba.

Este juego representa a mi humilde forma de ver, eso que es en alguna medida, tanto el amor como la amistad. Una cuestión de inteligencia y estrategia. Un amigo es aquel que te critica de frente, te defiende por la espalda y claro está quien hace chistes crueles de lo que te pasa. Un buen amigo no es ese o esa que te da palmaditas en la espalda y te dice "todo va a estar bien" cuando lo que necesitas es que te zarandeen para que veas por ti mism@ un punto de vista alterno a tu situación. La amistad es una forma de expresión afectiva, y al respecto hay cientos, montones de citas y refranes que se refieren a lo que es un buen amigo, pero eso no te va a servir de guía a la hora de hacer amigos, la amistad no es algo que se da por generación espontanea, es un titulo que se gana con sudor, lagrimas (para lo que lloran) y tiempo. Una buena amistad es valiosa y es algo digno de ser conservado. Por qué no, en ese orden de ideas, también digno de ser celebrado?. Así como cuando borracho, medio borracho, eufórico, o medio eufórico cantaste con tus amigos, esa canción de los enanitos verdes... si se acuerdan? No importa donde estás, si vienes o si vas.... ajajajajajajajaj ahhhh si la han cantado o no?.

Y el amor? por qué no celebrar el amor? ese sentimiento poderoso que nos trastoca la cordura y nos saca de este mundo. Vale la  pena también festejar un sentimiento capaz de hacernos mejores personas. Ese amor como quiera definirlo, también se merece un espacio en su apretada agenda cultural para manifestarse. Claro está, sinceramente. Que no sea por compromiso, por que es el mes, por que toca, por que todo el mundo lo está haciendo, por que voy a quedar como un subnormal si no lo hago, por que, por que por que. Si no lo va a hacer de corazón, sinceramente y con entusiasmo no sea imbécil, no lo haga. Va a meter la pata y en efecto va a quedar como un subnormal. Sienta, entréguese a ese sentimiento que tiene por esa otra persona, deje que lo guié, y eso si por favor prepárese psicológicamente, por que cuando uno hace esto de verdad, las cosas que se le ocurren solo califican como arte.

Si termino de leer esta entrada, hágame el favor y leas las otras dos que publicare el viernes 9 de septiembre, y el miércoles 14 de septiembre.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Inició el mes del amor y la amistad.

No puedo verte, sé que estás ahí en alguna parte pero no consigo la lucidez emocional para iluminarte. Me he perdido. Estoy ciego acaso?. Por qué me esquivas? Acaso me temes?. Si no puedes contestarme eso solo me dice que no estás cerca, pero te conozco y sé que cuando llegue el día me dirás, "oye! ya compraste el regalo? recuerda que hay que demostrar lo que se siente, y yo, el marketing siempre estaré para recordarte cuándo y cómo hacerlo."


Es casi un vaticinio imaginar lo rosa que se pondrán las calles capitalinas en el mes del amor y de la amistad. Sin embargo también es un vaticinio que aquellos que detestan este mes deambulen por las mismas calles con caras largas y llenos de envidia.

Existen mínimo tres posiciones con respecto al mes del amor y la amistad, la primera: quienes apoyan y practican todo lo que se mueve al rededor de este mes. La segunda: quienes no lo apoyan, no lo practican y siempre lo critican. Y la tercera: quienes intentan ponerse en medio. Cada uno tiene sus respectivos argumentos a favor o en contra o en el medio. Estas tres posturas las esbozare a titulo propio en diferentes entradas, me voy a dar a la tarea de meterme en los zapatos de cada uno, enloqueceré?

Hagamos un repaso breve de todo esto del amor y la amistad, del día de San Valentín, y eso. Dice la historia que esto del amor y la amistad tiene estrecha relación con San Valentín, un mártir Romano del que se discute su existencia cuya primera festividad se celebro por la iglesia en el año 498. Se lo relaciona con el amor, pues fue decapitado por orden del emperador Claudio II por casar (del verbo matrimonio sino sería "cazar") a los soldados, cosa que Claudio consideraba en contra de la carrera en armas. En un principio el día del amor y la amistad se celebraba el 14 de febrero día en que se dice murió el santo este. Aquí en Colombia se celebra el 14 de septiembre desde 1969 en conmemoración a su muerte.

Como ya sabíamos, existe una historia para todo. Todo tiene una razón de ser, un motivo, una justificación. La historia nos provee de esos sentidos que no están al alcance de nosotros en términos ontológicos, pues su praxis si la vivimos. Hoy es apenas 1 de septiembre, yo no debería estar en estas pero bueno aquí me tienen. En twitter como cosa rara ya aparecieron las primeras manifestaciones conscientes de que estamos en el mes del amor y la amistad, algunas a favor otras en contra, otras indefinidas y así. En facebook como siempre tardarán en aparecer estas manifestaciones ciberpúblicas pero bueno ya nos enteraremos.

Todo lo que circunda este mes del amor y la amistad es sencillamente fascinante. Psicológicamente hablando claro está. Las representaciones sociales en escena, los imaginarios siendo materializados, la expresión afectiva en un alto porcentaje, inicio de nuevas relaciones afectivas, finalización de otras, la envidia como motor de muchos pensamientos, la sublimación como mecanismo de defensa prioritario, y así muchas cosas se mueven dentro de las personas en este mes, independientemente de si tienen o no pareja, la cultura que se moviliza en torno al afecto desde hoy y hasta el 30 de septiembre es indiscutiblemente interesante.

Les dejo un comercial de 1980 para que piensen cuantas cosas pueden moverse dentro de una persona, en un mes como este, con una cultura como la nuestra, con propagandas como estas.