sábado, 17 de septiembre de 2022

El cacho. De la infidelidad y los vericuetos del deseo y el amor.



Qué semana. El tema recurrente fue el cacho o las infidelidades, puede que sea porque es semana de amor y amistad, puede que sea porque es más frecuente de lo que le gusta creer a la gente, puede que siemplemente esté ocurriendo. La cuestión es, que sobre este tema siempre hay tela para cortar. Siempre se puede decir algo.

-Perdonarías un cacho?- me preguntaron esta semana, creo que fue el martes o miércoles no recuerdo bien. -No. No lo perdonaría, es una decisión, requiere planeación, dirección e intención. No solo "pasa", no es el "calor del momento", no es "me tiene descuidad@", no es que "fue algo sin importancia", no es que "es solo sexo". Es una decisión. Pero antes de esto, estamos hechos para la fidelidad? mejor aún, para el amor sin cacho? Que qué tiene que ver? TODO! revisemos un poco.

Neuropsicológicamente hablando, ponemos el cacho con el cerebro, así que lo que tenga que ver con las infidelidades tiene que ver con el cerebro. Podemos empezar con el sistema de busqueda, que proporciona la excitación y la energía que activan el interés en el mundo que nos rodea; genera la sensación de que “algo bueno pasará” si se explora el entorno y se interactúa con los objetos, al tiempo que promueve comportamientos exploratorios. Su correlato neuronal se encuentra en el área tegmental ventral, y se conectan con el hipotálamo dorsolateral en su paso hasta el núcleo acumbens, el giro cingulado anterior y áreas corticales como los lóbulos frontales, la amígdala y el lóbulo temporal, y trabaja de preferencia con la dopamina como neurotransmisor. Su función entonces, como su nombre lo indica, es “buscar”, pero ¿buscar qué? Pues se creería inocentemente que existe un objeto específico para satisfacer "la necesidad"; la sed por ejemplo, el sexo por ejemplo, pero el asunto parece ser más complejo pues el sistema de búsqueda en sí mismo no parece saber qué es lo que busca (en términos psicoanalíticos, podríamos decir que “carece de objeto”. El sistema de búsqueda parece encenderse de la misma manera por todos los disparadores, y cuando está activo, solo busca algo en una forma inespecífica. Todo lo que parece saber es que ese “algo” que quiere está allá.”, lo cual representa un problema para la satisfacción de una necesidad, pues por sí solo esta tendencia inespecífica no puede satisfacer la necesidad. Aquí es donde el aspecto conectivo entre áreas cerebrales entra en escena, este sistema de búsqueda no funciona solo, está conectado con otros sistemas, como el de la memoria, el cual le ofrece las representaciones de los objetos e incluso de las interacciones pasadas entre el yo y esos objetos permitiéndole al sujeto aprender de su experiencia. Incluso cuando el sujeto está en reposo este sistema se encuentra activo, mientras uno esté vivo, siempre necesitará algo. La tarea de estos dos sistemas funcionales es distinguir cuales objetos en el mundo exterior poseen la propiedad específica de la cual el sujeto carece cuando el detector se enciende, y para ello se requiere de un subsistema que los autores (Solms y Turnburll que desarrollan esto con una profundidad preciosa) llaman sistema de obsesión, el cual seguramente conoce como circuito de recompensa, placer o refuerzo. 

Y para qué esta retarila neuropsicológica? Pues ahí tenemos las respuestas a lo que buscamos de las infidelidades y del amor. Si entendemos las infidelidades como buscar fuera lo que se tiene adentro (de una relación de común acuerdo establecida y que ha establecido la exclusividad en determinados aspectos como el emocional y el sexual) todo aquello que calce dentro de este "buscar a fuera" es infidelidad. Y si entendemos el amor como una renuncia al narcicismo primario, y que me permite establecer negociaciones con otra persona para construir algo diferente a tu narcicismo o el mío; el sistema de busqueda tiene voz y voto en ambos.

La infidelidad entonces es una acción del sistema de busqueda, la cosa va más o menos así: cuando el sistema de busqueda se enciende, rastrea a fuera (de la persona) dónde hay un objeto capaz de satisfacer la necesidad, centremonos en los dos elementos más comunes de la indifelidad (afecto y sexo), entonces, el sistema busca en la pareja si estos elementos están? Sí, y si la pareja no está? para eso está el sistema de memoria... qué dijo, este ya me dió la excusa ajajajajajaj. Las necesidades como explicabamos no cesan, incluso en reposo este sistema está encendido de manera que siempre habrá algo que deseemos (entiendase deseo como vacio, se desea lo que no se tiene). En este orden de ideas buscar a fuera, es parte del paquete de nacer humano... cierto? Pongámoslo en perspectiva, si habiamos dicho, que el amor es una relación en la que se renuncia al narcisimo para construir algo diferente a los dos narcisismos en juego, eso que se construye califica como un objeto que examina el sistema de busqueda para evaluar si puede satisfacer la necesidad? Sí, y qué pasa si el sistema le dice que ese objeto no puede satisfacer la necesidad? Va a buscar a fuera de los tres? Cuáles tres? 1 el objeto construido (amor), 2 el yo, 3 el otro como individualidad... tres objetos en relación no podrán con una necesidad? Piénselo, despacio... El amor es un objeto nuevo, es decir, que tiene la capacidad de tomar recursos de los objetos 2 y 3, yo y el/la otr@... 

Y el amor? estamos hechos para el amor? el sistema de busqueda no se va a apagar... lo entendemos ahora... no se apresure, el tema no está cerrado. La propiedad del narcisimo que dejamos de lado (el primario) da paso a uno secundario, uno que ES con el otro, que tiene la capacidad de entregar objetos (las necesidades son objetos) para que regresen a nosotros modificados y cargados con una energia libidinal adicional que el otro imprime en el cuando nos lo regresa... ahí está mí no rotundo al perdón de la infidelidad, ahí está la razón del porque no fue cosa del momento, de la calentura, del descuido, de la novedad, del que no fue importante o fue pasajero; la infidelidad no entrega el objeto al otro para que este lo modifique y me lo regrese, decide entregarlo en otro lado... 

Pordría decirse: No me has entregado el objeto! yo no puedo hacer nada si no lo sueltas! uno no puede entregar una necesidad si tiene la cadena en el cuello y apenas yo lo toque usted lo va a jalar para que regrese a usted... la carga de la infidelidad es de quien pone el cacho, de la dificultad para entregar su necesidad... que no es simplemente mencionarla lamentablemente... 

El amor vale la pena porque no estamos hechos para el. Pelearle a algo tan potente, constante y dedicado como el sistema de busqueda no es fácil, y si esa pelea se da también contra el narcisismo primario del otro, bueno... Por eso es valioso, el amor, por eso cuando se encuentra paradojicamente gracias a su acción su sistema se desorganiza... resulta una ironía... o no?

Apago el cigarrillo, bajo un poco el volumen del podcast que escucho, también el de la musica que tengo de fondo. Hago consciencia nuevamente del hambre que me ha acechado todo el día... no hice mercado hoy. 

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