miércoles, 11 de noviembre de 2015

Detrás del aborto.

Lo que me causa curiosidad de todo este tema del aborto, es que de los niños no se habla. Una vez más vemos que los padres son muchas cosas menos personas de fiar. Los niños aquí no son el tema en cuestión sino quién decide si viven o no; la madre o el padre, o ambos, o un juez, o un médico...

Desde la posición en la que se ubiquen el niño pierde, y pierde por que es el único que no puede elegir. Y no hablo de que no puede elegir padre o madre, quiero decir que no puede elegir venir o no al mundo, y eso es algo sumamente cruel por que resulta una imposición ajena; un acto patológico si se quiere ser un poco más técnico. Los niños son (somos) síntomas de nuestros padres, y en el mejor de los casos son (somos) objetos.

Aquí lo que esconden los discursos a favor o en contra, de una u otra posición, es su derecho a descargar su sintomatología en un otro co-dependiente. La hipocresía ha sido por mucho tiempo lazarillo de la polémica, esto es solo otra muestra de ello.

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