Hoy es uno de esos días en que me siento particularmente estúpido. Me he golpeado por lo menos siete veces en lo que va de el día, no consigo concentración suficiente para terminar de leer el artículo que empece el domingo, hice tres intentos de entrada sobre diferentes cosas para el blogg y finalmente me decidí por descargarme de esta lentitud psicomotora que hoy me acompaña.
Puede que la falta de sueño de los últimos tres días tenga algo que ver, no he dormido muy bien que digamos, me siento más cansado que de costumbre y eso que no he hecho mucho como para cansarme. Pasa furtivamente el pensamiento de que esto puede deberse a que me estoy volviendo viejo, cosa que me aterra, siempre le he tenido pavor a la vejez. Por otra parte puede que se deba a que puedo estar intoxicado por el cigarrillo que he consumido de más la ultima semana cosa que no me molestaría fuera la razón. O, puede que el contacto con los pacientes densos me esté calando la cabeza y de ser así, necesito encontrar la forma de desahogarme y quitarme esa estupidez de encima.
Es que si uno se pone a ver concienzudamente por qué está bien o mal o regular o estúpido -este último es mí caso- normalmente encuentra una sola razón que satisfaga la pregunta, yo hasta hoy me doy a esa tarea, aunque tengo cosas que hacer ahora, preciso me dio por rezagar un poco las tareas y escribirme un rato. Pero pensándolo mejor, hago un monologo mental y no postergo más las cosas.
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