domingo, 5 de febrero de 2023

Están listos...?

 Esta entrada surge del resurgir del compromiso académico con un grupo de trabajo en la U. Un grupo del que traté de alejarme porque sentí que necesitaban otras formas de aprender. Por fuerza se me asignó el desarrollo de la clase de psicopatología, clase que realmente disfruto pues considero fundamental su conocimiento para decirse a sí mismo psicólogo, más allá de que se dediquen a la clínica. Así que he estado pensando cómo iniciar de cero con ellos?. Creo que lo más sensato es comenzar de nuevo, sin la premonición de que la pereza les va a poder, que no serán capaces de controlar su proceso atencional o que prefieren calentar un lugar mientras se quejan de lo injusto que es que los evaluen, al tiempo que me usan como proyección de su infantilismo y la dificultad con sus figuras de autoridad.

Así que me dije, y por qué no una bienvenida sincera? sin máscara, sin mentiras, sin la ilusión de la esperanza, una bienvenida fraterna, con la promesa del acompañamiento,  pero con la franqueza de que la tarea no es mía, sino suya. Y me dije: bueno, pues mejor les cuento lo que van a tener que aprender, y entre cigarrillos, recuerdos de mi experiencia y el deseo que lo hagan mejor que yo, salió esto:


Pelaos, tienen una tarea putamente dificil.

La de aprender a ver...

Aprender a ver a una persona en su justa dimensión,

lejos de sus prejuicios y su moral,

lejos de su experiencia de vida o expectativas;

tienen la tarea de aprender a ver 

a través de la armadura del ego

que todos hemos construido

para resguardarnos del sufrimiento,

de ver más allá de las resistencias,

los mecanismos de defensa,

la costumbre y la comodidad 

desde la que edificamos nuestra cotidianidad

y elaboramos nuestros síntomas.

 

Cualquiera puede ver y estar en un buen día, 

cualquiera puede acompañar y contener la felicidad,

la calma o la abundancia...

Cualquiera puede tener paciencia frente a la flexibilidad, 

la eficiencia o la asertividad...

cualquiera puede ser leal ante la estabilidad,

la claridad, y la disciplina...

Lamentablemente este no va a ser su caso.

 

Van a tener que aprender de observación, 

de lo que implica ser y estar,

de lo que conlleva contener a otro y

del significado de ser leales con personas que,

por sus circunstancias no pueder serlo del todo con sigo mismas.

Van a tener que aprender a ver 

los mejores recursos de alguien más

en sus peores momentos

van a tener que ser los ojos 

a través de los cuales ellos pueden mirarse a sí mismos

con la suficiente crueldad 

para conectarse con la realidad que habitamos,

y con el suficiente romanticismo

para sostener la esperanza con la que llegan a ustedes;

Van a tener que aprender,

que contener al otro exige una fortaleza emocional

que aunque muchos la tienen,

no cualquiera sabe administrarla.

Van a tener que aprender

que la lealtad es un compromiso que usted ofrece

para proteger al otro, incluso de la capacidad de daño

que usted tiene sobre el.

Por último, entre las herramientas que van a a yudar a crear,

van a tener que aprender a construir para ellos

la diferencia entre dolor y sufrimiento,

pues si bien el primero es inevitable

por nuestra propia condición humana, 

el segundo, en caso de que no sea posible transformarlo,

van a tener que enseñarle a convivir con el.

Ahora, tal vez la pregunta más pertienente sería: puede hacer esto usted?

para usted mismo?

 

Cualquiera que sea su respuesta, bienvenido a psicopatología.